
Meet Noa




Irma's Blog
Las personas con Sindrome de Down suelen ser muy cariñosos, sensibles y muy felices. Aunque cada persona es un mundo, no tienen porque ser todos iguales.
Lo he escrito a modo de cuento. De esta forma pretendo concienciar a los padres que, son ellos, los que tienen que educar a sus hijos sobre lo que es el síndrome de Down para que la sociedad los acepte, tal y cómo son.
El otro día un amiguito de Noa, que tiene 8 años, al enterarse que ella tenía Síndrome de Down, le preguntó a su mamá ¿Entonces Noa está enferma? Claro que no, le dijo la mamá.
“Noa es una niña cómo las demás, que no está malita, está sana. Pero tiene más dificultad para aprender las cosas y va más despacito. Por eso, le cuesta más hablar y hacer otras cosas.
Precisamente, porque van más despacito, necesitan trabajar más. Y desde bebés están luchando por todo.
Por el esfuerzo que supone todo eso, cada pequeño logro de ellos, es un gran triunfo para todos.
Noa puede hacer las cosas como los demás, pero necesita más ayuda y dedicación.
Ella está aprendiendo a leer, hace ballet, sabe nadar y ahora está haciendo lo que le gusta, que es…desfilar.
Las personas con Sindrome de Down suelen ser muy cariñosos, sensibles y muy felices. Aunque cada persona es un mundo, no tienen porque ser todos iguales.
Todo eso y más, es el Sindrome de Down”
Y el amiguito de Noa se fue tan contento con la explicación que le había dado su mamá.
Irma